Cuando empezó julio tenía demasiadas cosas en mi cabeza y no le puse demasiada atención al hecho de que a finales del mes era mi cumpleaños. Me puse en mi papel de cumpleañera sólo hasta el día antes en la noche.

Quiero decirles que no tenía ninguna expectativa al respecto y ¡fue un día hermoso! me sentí muy contenta con toda la buena vibra de las personas a mi alrededor: mi familia, mi novio, mis amigos y compañeros de trabajo. Me regalaron muchas cositas hermosas pero puedo resaltar que lo que sobresalió, además de los postres, fueron los libros.



Antes tengo que confesar que soy una persona demasiado nostálgica, sobretodo con mi infancia. Hace más o menos dos años me acordé de un libro que amaba en mi niñez e intentaba acordarme del nombre y no podía. Este año intensifiqué la búsqueda en google pues me aferré al deseo encontrarlo a como dé lugar ¿y saben cómo di con él? soñé con el libro.

Así pues lo busqué en Google y ahí estaba, ese era. Lo pedí por Amazon y por fin llegó a mis manos hace algunos días, para mi cumpleaños. Se llama Tito, Tito y es lo más sencillo del mundo pero para mí significa muchísimo.

 

Otro libro que conseguí, de hecho cuatro libros, fue la saga de El Círculo del Crepúsculo, sólo me leí un libro y quería terminar la historia así que también me tocó pedirlos por Amazon. El primer libro me lo empecé hace ocho años cuando mi mejor amiga del colegio me los prestó, siempre he creído que nunca es tarde para terminar una historia :)

Y ya la última sorpresa de esta categoría fue el Kindle que me regaló mi novio ¿y les soy sincera? ¡LO AMÉ!. Me ha salvado la vida pues mi apartamento es muy pequeño para albergar los libros físicos que últimamente estoy consumiendo. Ahí los puedo tener todos y los administro como me sienta en el momento, sólo estoy dejando conmigo los que tienen valor sentimental.



Algunos otros regalos de cumpleaños incluían maquillaje, dulces, carticas y joyitas <3

Pero creo que los más importantes regalos son esas personas que están conmigo a mi lado, viéndome crecer día a día. Una amiga me dijo algo que me puso a pensar, y es que los cumpleaños deberían ser la excusa perfecta para agradecer a aquellas personas que de alguna forma aportaron a tu vida para estar tú ese día cumpliendo. No sólo se celebran los años que estoy con vida, sino también los años que no he parado de luchar, para lograr lo que queremos y en lo que creemos, en compañía las personas especiales que la vida misma nos dió. Apreciémoslas como nuestro más grande tesoro.



Deseo de corazón que este tipo de obsequios abunden en tu vida.
Un abrazo,

-Smile.