Viviendo lejos de tus padres.

12:07

Cuando terminé el colegio en el 2008, todas mis opciones de universidad estaban en ciudades distintas de donde vivía pues a mis padres -en especial mi papá- les parecía buena idea tener la experiencia de vivir por mi cuenta, lejos de mi zona de confort y de sus múltiples cuidados. A mí en realidad la idea me encantaba, como cualquier chica de 17 años querer salir cuando quisiera, vivir sin reglas y tener toda mi casa desordenada y que nadie me dijera nada, y aunque lo antes mencionado es la mejor parte del paseo, me di cuenta con el tiempo que no es tan chévere como nos lo pintamos.

Durante cuatro años me mudé a una ciudad que queda muy, muy cerca de donde viven mis padres, son sólo una hora y media por carretera, con eso lo digo todo. Viví ahí mientras terminaba la universidad y como no trabajaba, mi papá aún me enviaba dinero para suplir mis necesidades. Pasé por varias pensiones -son lugares que te alquilan un espacio, bien sea una habitación completa o compartida y te brindan algunos servicios como aseo, lavado de ropa, comidas, etc.- las cuales tenían sus reglas y viví con personas totalmente desconocidas para mí con las cuales tuve que aprender a adaptar mis costumbres y supongo que ellos las suyas para que pudiéramos vivir amenamente. No todo es color de rosa gente: las reglas existían y había que cumplirlas; estuve en una pensión en la cual si no llegabas a las 10 p.m. te dejaban afuera y al día siguiente llamaban a tus padres.


Cuando terminé la universidad, me mudé a otra ciudad. Ésta queda a una hora también de mi ciudad natal pero en avión. Ahí llegué a trabajar para ganarme mis pesitos. Conseguí una pensión que tenía un enfoque diferente, alquilaban la habitación completa pero no brindaban comida, lo único que me hacían era el lavado de ropa -la cuál era una gran ayuda, si les soy sincera-. Era un clima diferente, en una ciudad como 10 veces más grande a las que estaba acostumbrada, todo era muy frío y las personas también lo eran. No me sentía a gusto y estaba completamente sola -bastante sola de hecho, hasta que conocí a mi actual novio- pues los tiquetes de avión era muy costosos para mí en ese tiempo y mi papá ya me había cortado su ayuda económica; no podía ir cuando quería a visitar a mis amigos ni familia y mi rutina diaria se resumía en trabajar e ir a una casa vacía.

No lo aguanté más y me mudé de nuevo.

Me devolví a la ciudad en donde pasé mi época universitaria, ésta vez vivo en mi propio apartamento y no estoy sola, las veces en las que más extraño a mi familia es cuando me enfermo, ¡es horrible! Ahora tengo facturas qué pagar, comprar comida, un apartamento que debo asear, cocinarme, invertir en cositas para el apto, cuidar a Pepper y sí, muchas responsabilidades que asumían mis padres cuando vivía con ellos.

Muchas personas me comentan "¡qué chévere que ya vivas sola! yo también quiero hacerlo" y el consejo que les doy a ellos y que ojalá les sirva a ustedes ahora, es que vayan lento, quemen sus etapas conforme vayan creciendo y no se apuren, pues si bien ahora te parece tentador algunas cosas, también sacrificarás otras cuando estés ahí y sin duda alguna las extrañarás.

¿Tienes experiencias lejos de casa? ¿Estás próximo a irte de casa y necesitas consejos? ¿Te sientes solo y necesitas hablar? puedes escribir tus comentarios en la cajita de abajo, si así lo deseas.

¡Un abrazo!

-Smile.

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